Internet es el único que ofrece una tendencia continuada al alza desde 2010. Tanto que la publicidad en la Red de hoy en día equivale a la que disfrutaban los medios impresos en la década de los ochenta.
Con estos mimbres, el debate acerca de la supervivencia o no del periodismo de papel parece zanjado: salvo milagro, un cambio repentino y espectacular de la deriva, simplemente no podrá mantenerse. Especialmente si tenemos en cuenta que de las otras dos grandes vías de financiación de este sector –compra de ejemplares y subvenciones–, al menos otra de ellas, la de la venta directa, está también en franco declive, en paralelo a la desde hace ya tiempo imparable huida de lectores hacia la Red.
Manuel M. Almeida
Blog de Almeida
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